De Neuquén al espacio: el PehuenSat 3 ya tiene fecha de lanzamiento y hay interés internacional
La Universidad del Comahue es una de las cuatro casas de estudios de Argentina en construir tecnología espacial y es la única que logró orbitar. El lanzamiento cuesta 60.000 dólares. Buscan financiamiento privado y ya hay propuestas de Rusia, Alemania y España.
Por Rosana Rins
![]() |
El PehuenSat 3 es el segundo satélite diseñado y construido por una universidad pública nacional. Foto: Matías Subat |
En años en los que las universidades públicas nacionales vienen funcionando con un presupuesto prorrogado desde 2023 y existe desde el gobierno nacional un feroz recorte en el área de ciencia y tecnología, la Universidad Nacional del Comahue sigue dando pelea.
El equipo de estudiantes y docentes de la facultad de Ingeniería de la UNCo, anunció que el PehuenSat 3, el segundo satélite diseñado y construido por una universidad pública de Argentina, será lanzado el próximo año.
Según datos oficiales, la UNCo se ubica dentro de las cuatro universidades nacionales públicas del total de 66 que existen en el país, en diseñar satélites y es la única que logró con éxito enviar uno al espacio. Las universidades de Córdoba, Mendoza y la de San Martín encararon y trabajan en la actualidad en proyectos similares, pero ninguno fue lanzado al espacio hasta ahora.
Desde la UNCo el historial comienza con el PehuenSat 1 que orbitó desde 2007, durante 16 años recolectando datos con fines educativos.
Luego vino un segundo proyecto, el PehuenSat 2, que quedó a medio camino por falta de financiamiento, en 2017. Lejos de bajar la guardia, se potenció esa idea trunca, se la mejoró y el equipo de Ingeniería comenzó a armar el PehuenSat 3.
Es un picosatélite de 10 centímetros (tamaño similar a un cubo Rubik) que permitirá obtener datos sobre temperaturas, calidad del agua, aire y suelo, intensidad del tránsito y condiciones geológicas de todo el planeta. Su particularidad es que no necesitará de conexión a internet para poder transmitir en tiempo real la información recolectada.
El ensamble del nuevo satélite está en proceso. Las piezas que fueron diseñadas y elaboradas por diferentes grupos, están a punto de ser ensambladas. A fin de año se realizará una prueba de lanzamiento en un globo “que permite que llegue a condiciones de microgravedad entre 20 y 25 kilómetros de altura y recorrer entre 200 y 300 kilómetros hasta que se lo recupere, cuando caiga, en algún lugar de la Patagonia”, explicó Marcelo Araoz, director del proyecto, ingeniero electrónico y magister.
Con esa prueba ya estará listo para ser enviado al espacio. Pero… Hay que salir a buscar fondos para financiar la logística del lanzamiento.
“En el mientras tanto no nos quedamos quietos. Estamos buscando financiamiento y ya recibimos varias propuestas”, dijo el docente de la UNCo.
El costo del último paso para llegar “al infinito y más allá”, es de 60.000 dólares. “Es mucho para una facultad o universidad pero no es tanto para un grupo empresarial que lo puede bancar”, consideró Araoz.
![]() |
Es un picosatélite de 10 centímetros, del tamaño similar a un cubo Rubik. Foto: Matías Subat |
El PehuenSat 3 está siendo analizado por dos empresas de España, una de Alemania y una de Rusia, que enviaron su propuesta para encarar el proyecto y poner a disposición los fondos necesarios. “También están en análisis dos firmas de Buenos Aires y salimos a rastrear algunas de China. Por el lado norteamericano tenemos algunas propuestas pero aún no nos enviaron el presupuesto”, agregó.
El lanzamiento de este tipo de satélites se realiza mediante cohetes y el lugar más recomendado para su exitoso despegue es Las Guayanas, “porque más cerca del Ecuador asegura mejores condiciones en todo sentido”.
“Una de las mejores propuestas que recibimos vino de una empresa de Galicia porque ya conocemos cuáles son sus exigencias y nosotros cumplimos con todos los requisitos que solicitan. Estamos en ese proceso”, aseguró el director del proyecto.
Ante la pregunta de por qué se apunta a las empresas privadas y no a los Estados, el ingeniero fue contundente.
“Queremos que las empresas empiecen a apostar un poco también, sino es solo el mundo de los gobiernos que dan un aporte y eso esta muy bien pero cuando vamos a un congreso y se empieza a pensar en tecnología al futuro, no vendría mal un aporte del mundo empresario para el desarrollo de estos proyectos y por el futuro de estos chicos”, reflexionó el docente pensando en los 18 estudiantes que están trabajando en el PehuenSat.
La facultad de Ingeniería cuenta en su “currículum” científico con varios proyectos previos a los satélites. En 2001 lanzaron un paquete experimental dentro de un transbordador espacial. Años después, subieron varias experiencias en cohetes de la Fuerza Aérea Argentina, desde Chamical, provincia de La Rioja y le siguieron otros experimentos estratoféricos en globo que recorrieron de 20 a 30 kilómetros. Todos con resultados alentadores.
Se trata de ciencia, de educación y de futuro
El equipo que está a cargo del diseño, armado y futuro lanzamiento del PehuenSat 3 está integrado por 18 estudiantes y 40 docentes de la facultad de Ingeniería. “Somos una pyme dentro de un grupo de investigación”, aseguró el director del proyecto, Marcelo Araoz.
Y esto tiene mucho que ver con la visión que tienen estos profesionales sobre el valor de la universidad pública, aún cuando las finanzas están en rojo vivo.
Araoz reconoce el gran aporte que están haciendo a la ciencia y a la tecnología de Argentina con el lanzamiento de estos satélites, pero también mira hacia el interior de las aulas de la Universidad Nacional del Comahue.
“Estamos generando ciencia que es palpable y estamos generando estudiantes en el sentido de que pueden ser emprendedores en este mundo de la tecnología espacial. Hay algunos chicos que están viendo de abrirse en este campo y no salir a buscar un trabajo en una empresa que sea de otro. Ellos quieren ser sus propios dueños en un mundo donde hay tanto para hacer. Nosotros los alentamos a que empiecen a patentar sus ideas, a pensar en servicios que puedan brindar para otros. La ciencia no tiene límites”, aseguró el profesional.
![]() |
El equipo de la UNCo pondrá en órbita el PehuenSat 3 en 2026. Foto: Matías Subat |
Consultado sobre si sus estudiantes son conscientes de la magnitud de este proyecto, el docente explicó que en un principio no se daban cuenta porque cada uno trabajaba de manera individual en una parte del satélite, sin ver el trabajo del otro compañero. “Pero en un congreso que se realizó recientemente al que asistimos todos para mostrar el PehuenSat y vieron lo que estaban haciendo sus compañeros y vieron la devolución que nos dieron los integrantes del mundo de la tecnología espacial. Quedaron impactados y eso los motivó mucho porque empezaron a comprender que su trabajo se conecta con el otro y que eso tiene un fin”, comentó.
Y así los estudiantes tomaron dimensión que eso no era solo una parte más de una carrera, sino un trabajo que próximamente llegará al espacio. “Estamos contentos de ser parte de un proyecto de envergadura enorme, todo metido dentro de un cubo de 10 centímetros”, concluyó Araoz.
Al Congreso de la Nación para defender la universidad pública
Donde hay una necesidad hay una inquietud y derechos cercenados y también quienes pelean por cambiar eso. Y en eso está el Consejo Interuniversitario Nacional que nuclea a todas las casas de altos estudios públicas del país.
Hace unos días se presentó un proyecto de ley en el Congreso de la Nación para que las cosas cambien. Y no solo contempla la situación de los profesionales docentes (cuestión que no es menor) que están cobrando un sueldo más bajo al que percibían en 2002, sino que también apuntan a la calidad educativa.
«Una ampliación progresiva del presupuesto destinado a las universidades nacionales del 1% del PBI en 2026 al 1,5% en 2031, la creación de un fondo anual de 10.000.000.000 de pesos para promover carreras estratégicas para el desarrollo del país«, es uno de los puntos que se planteó.
Y no es cuestión menor el párrafo que dice: «Desarrollar y consolidar la función de la investigación en las universidades públicas nacionales».
Y para esto hacer falta financiamiento de un Estado nacional que «banque» y que debería sostener financieramente a las universidades públicas. Porque no se trata solo de emitir títulos, sino de darle la oportunidad a todos los estudiantes de tener una formación formal superior y apoyar a los que no tienen recursos pero sí mucho talento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario