viernes, 14 de noviembre de 2025

Documentos secretos británicos confirman el apoyo militar de Estados Unidos al Reino Unido durante la Guerra de Malvinas

Documentos secretos británicos confirman el apoyo militar de Estados Unidos al Reino Unido durante la Guerra de Malvinas
Por Alejo Sanchez Piccat




Una nueva serie de documentos clasificados del Ministerio de Defensa británico, revelados por el analista militar Sir Humphrey (@pinstripedline), expone la profundidad de la cooperación entre el Reino Unido y Estados Unidos durante la Guerra de Malvinas.

Los archivos, fechados entre abril y mayo de 1982 y marcados como “SECRET UK EYES A” y “CONFIDENTIAL”, detallan solicitudes urgentes de equipamiento, armas e inteligencia estratégica que Londres elevó a Washington mientras la Task Force avanzaba hacia el Atlántico Sur.

Entre los requerimientos, el documento destaca el pedido de inteligencia satelital en tiempo real, reconocimiento fotográfico y señales (SIGINT) sobre movimientos argentinos, además de comunicaciones encriptadas, municiones y sistemas antiaéreos. Se trataba de una lista de “requerimientos prioritarios” para sostener la operación Corporate, que incluía incluso el pedido de 20 minas lapa (limpet mines) para las unidades de fuerzas especiales SBS (Special Boat Service).

“Las minas actualmente en uso son de la Segunda Guerra Mundial, obsoletas y con tiempos de detonación imprecisos. La provisión desde fuentes estadounidenses daría a la SBS una capacidad de ataque naval más confiable y efectiva”, señala uno de los informes fechados el 28 de abril de 1982 y firmado por el Mayor P. J. Henderson, del Cuerpo Real de Transporte británico.

The April 1982 list of Royal Navy Falklands related urgent requirements for support from the USA. It included intelligence on surface and submarine movements, CIWS for HMS ILLUSTRIOUS and 20 limpet mines for the SBS as "the current mine is obsolete". pic.twitter.com/lYPQVRCTQu— Sir Humphrey (@pinstripedline) November 3, 2025






Armas, inteligencia y apoyo logístico estadounidense

Los documentos incluyen también una solicitud para equipar a los buques de patrulla clase CASTLE con cañones de 76 mm, con el fin de “darles una función de presencia y control” en las islas tras la eventual ocupación.



Otros pedidos abarcaron misiles Sidewinder AIM-9L —misiles aire-aire de última generación en ese momento—, minas antibuque, y apoyo en reabastecimiento y comunicaciones satelitales (FLTSATCOM y Gapfiller). El texto indica además que Washington brindó “considerable apoyo” en materia de inteligencia antes del inicio formal de las operaciones, confirmando que la cooperación militar anglo-estadounidense fue decisiva en la campaña del Atlántico Sur.

“El documento evidencia una cadena directa de coordinación logística, inteligencia y reabastecimiento entre la Marina Real británica y la Armada estadounidense”, subrayó Sir Humphrey en su publicación.



Cooperación encubierta y participación regional

Los documentos filtrados también hacen referencia al uso de instalaciones chilenas y a la provisión de combustible desde Panamá y Chile a buques británicos. Estos vínculos, hoy parcialmente confirmados, refuerzan la hipótesis de que Chile desempeñó un papel logístico clave a favor del Reino Unido, una cuestión que sigue siendo diplomáticamente sensible.

Parte del material continúa clasificado bajo la cláusula de “protección de las relaciones internacionales”, la misma que el Ministerio de Defensa invocó recientemente para mantener en secreto tres de los 14 planes de guerra discutidos por el alto mando británico el 29 de abril de 1982, revelados por Escenario Mundial el mes pasado.


La 1435 Flight mantiene cuatro Typhoon FGR4 en QRA para la defensa del espacio aéreo de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur integrados a la 905 Expeditionary Air Wing. Créditos: Real Fuerza Aérea

En octubre de 2025, Escenario Mundial había informado sobre un conjunto de documentos del MoD británico que detallaban las 14 opciones estratégicas evaluadas por el gobierno de Margaret Thatcher para la guerra, de las cuales tres permanecen clasificadas hasta 2057.

Estos nuevos archivos completan el panorama de una guerra planificada con múltiples capas de coordinación internacional, espionaje y disuasión, en la que Washington habría aportado apoyo tecnológico, logístico y material mucho más amplio de lo admitido públicamente.



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